15/4/08

Cielo

Por años, el cielo se ha presentado como el destino en el que los cristianos deberíamos enfocarnos. Debido a que los evangélicos hablan tanto del cielo, debería ser natural asumir que se están expresando de lo que Dios dice en su Palabra; desafortunadamente, como mucho de la religión llamada Cristianismo, nuestra concepción acerca del cielo tiene más que ver con una mitología cultural que con una exégesis del texto bíblico.

La encuesta sobre creencias religiosas en México, que Tim y yo patrocinamos, reveló una alarmante confusión acerca de qué pasa después de la muerte. El 86.7% de la población general mexicana de más de 13 años declaró ser católico-romano y el 78.4% dijo que asistía a un culto religioso al menos una vez al mes, sin embargo, como se ve en las siguientes estadísticas sus creencias se desvían enormemente de la enseñanza bíblica ortodoxa.

75% cree en el Cielo
69% cree en el Infierno
59% cree en la “vida después de la muerte”
53% cree en el Purgatorio
37% cree en la Reencarnación

Me produce confusión el pensar que el 13% de la población cree tanto en el cielo como en la reencarnación, y también que 16% de la gente cree en el cielo pero no en la vida después de la muerte. Sin duda, la cosmovisión que se propone en la celebración del «día de los muertos» —aceptada por la Iglesia Católica a pesar de su origen pagano—es parte del problema en México, pero no creo que las cosas sean mucho más claras para la población de Estados Unidos. Por ejemplo, una encuesta de Gallup en 1981 reveló que el 25% de quienes profesaban la fe católico-romana en Estados Unidos también creían en la reencarnación.

En Mero Cristianismo C. S. Lewis opina que es difícil para la mayoría de nosotros interesarnos en el «cielo» en parte porque no hemos sido «entrenados» para ello y porque «cuando el anhelo real por el cielo está presente en nosotros, no lo reconocemos como tal».

Durante mi penúltimo año en la universidad tomé un curso sobre los escritos de Lewis que iniciaron mi «entrenamiento» por medio de la lectura de Mero cristianismo, Las cartas del diablo a su sobrino, El gran divorcio, The Weight of Glory [El peso de la gloria] y Letters to Malcolm: chiefly on prayer [Las cartas a Malcolm: principalmente acerca de la oración]. Recomiendo estas obras para todo el que quiera aprender a reconocer la fuente y razón de ser de sus anhelos más profundos.

Alfajores

Un clásico en los países del Cono Sur. Estas galletas rellenas de dulce de leche y cubiertas con una capa de azúcar o chocolate estarán por siempre ligados a este proyecto para mí. Cuando estaba escribiendo en Buenos Aires, me levantaba antes que los demás y de puntitas pasaba por la sala, donde Terence y Chase estaban durmiendo, para llegar a la terraza donde se hallaba mi computadora. Aunque la alacena de Terence estaba casi vacía, sí tenía una buena selección de alfajores, así que yo, calladamente, tomaba uno en mi ruta a la terraza. No es exactamente el desayuno más saludable, pero me sostenía hasta que ellos despertaban y preparamos té, huevo y pan tostado.

Tim se desmayó

Durante un vuelo de toda la noche de Miami a Santiago de Chile, Tim se levantó del asiento junto al mío lo cual me despertó del sueño provocado por el Tylenol PM que había tomado.

─« ¡Oh qué bien, finalmente puedo estirar las piernas!»─ pensé.

Sabiendo que tan pronto Tim regresara tendría que apretujarme de nuevo, no me dormí del todo. Estaba pensando que ya se había tardado mucho, cuando escuché un anuncio por los altavoces, «Si hay un médico a bordo, por favor, repórtese con la tripulación.»

Pensé─ «Ah, eso lo explica, Tim debe estar atorado debido a algún incidente cerca de los baños». Pero, como después de unos minutos todavía no regresaba, comencé a preguntarme si no sería Tim la persona que necesitaba ayuda médica.

Busque los baños más cercanos y allí estaba Tim, acostado en el piso con las piernas en alto, sostenidas por una azafata, mientras un médico le tomaba el pulso. El doctor diagnosticó un «desmayo vagal» y recomendó que Tim se hiciera algunos estudios. Le hicieron muchísimas pruebas que no mostraron nada anormal, y él no se ha vuelto a desmayar.