18/11/07

Tim y yo tomamos té, mucho, mucho té. Iniciamos esta tradición en nuestra luna de miel en Miss Mae’s Tea ’n ’Tings que era nuestro lugar favorito para el almuerzo en la Harbour Island, las Bahamas. Servían el té caliente en teteras grandes, y el té helado era el mejor que habíamos probado. El último día que fuimos, le preguntamos a la dueña cómo hacía el té helado tan sabroso y nos explicó que durante la mañana vaciaron el te que quedaba en las teteras en una jarra grande. A esta combinación de sabores de te, sólo le agregaba azúcar y se sirve sobre hielo. Al regresar a Orlando, donde vivíamos en ese tiempo, incorporamos el té caliente a nuestro ritual matutino. Cuando vivimos en Toluca el té se convirtió en algo más que un ritual...con temperaturas que normalmente fluctuaban entre 10 y 15 grados dentro de la casa, pues no tenía calefacción central, el té caliente fue un salvavidas.

Nuestros proveedores favoritos de té son: Twinings (Lady Grey, Earl Grey, e English Breakfast, todos en hojas sueltas), El Spice Merchant en Wichita, Kansas, que tiene una selección fabulosa de té en hojas sueltas (su Masala Chai fue un elemento imprescindible para nuestro grupo de discipulado de los lunes por la noche durante varios años en Toluca), y Adagio.com. De hecho, la única experiencia religiosas mística de Tim tuvo lugar en compañía del te “perlas de jazmín” de Adagio. Aunque no le doy crédito al té por lo que Tim experimentó, su aroma sí es maravilloso.

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