2/11/07

Santas convocaciones

Aunque las asambleas de los seguidores de Jesús descritas en el Nuevo Testamento son significativamente diferentes a las reuniones religiosas comunales prescritas por Dios en la ley mosaica, podemos aprender mucho estudiando estas últimas. A la luz del hecho de que en Deuteronomio 4:2 Moisés le advierte específicamente al pueblo que no añada o quite nada de los mandamientos de Dios, es interesante notar que el mandamiento acerca del Sábado (o «shabbat») que se encuentra en Éxodo 20:8-11 y Deuteronomio 5:12-15 dice que ese día será «consagrado al SEÑOR» pero no menciona que se deba asistir a una reunión solemne. Y cuando Moisés les recuerda a los israelitas la reunión solemne ordenada por Dios, que tuvo lugar en el Monte Horeb, les hace énfasis en la responsabilidad individual en la formación espiritual de sus hijos.

¡Pero tengan cuidado! Presten atención y no olviden las cosas que han visto sus ojos, ni las aparten de su corazón mientras vivan. Cuéntenselas a sus hijos y a sus nietos. El día que ustedes estuvieron ante el Señor su Dios en Horeb, Él me dijo: «Convoca al pueblo para que se presente ante mí y oiga mis palabras, para que aprenda a temerme todo el tiempo que viva en la tierra, y para que enseñe esto mismo a sus hijos».

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